Este podría ser perfectamente un manual de
Iniciación a How to be a gothic girl , tiempo al tiempo...
Se lo debo a las Monster High, gracias a ellas he vivido un año metida en un bucle salido del mismo Halloween.
Verán ustedes, los hechos acaecieron de esta manera, allá por la Navidad pasada, mis hijas, como supongo todas las niñas de su edad, vinieron suplicándole a los Reyes Magos o a Papá Noel o a la sociedad que los financia, unas muñecas que parecían monstruosas.
Una, que tiene a sus hijas por originales y de gusto poco común se confió, y aún a pesar de ver en los catálogos de jugueterías las muñecas en cuestión, se esperó a última hora, proezas de las mías, para ir a por ellas.
Cuando acudimos a dos días de la visita de sus majestades descubrimos que había padres que hacían cola para conseguirlas toda la noche en las puertas de los grandes almacenes y que incluso se había llegado a las manos por el afán de algún papi valiente en conseguir a su retoñas, con todo el amor de sus puños, el juguete en cuestión...y me acordé de una peli de Schwarzenegger.
Yo en esta vida sólo he hecho cola de noche por una cosa, y eso fue para conseguir plaza en le escuela de idiomas, y lo hice porque tenía 15 años, mis amigas estaban conmigo, tenía el consentimiento de mis padres y prometía ser una noche divertida. Evidentemente, la cola para conseguir las Monster no cumplía los mismo requisitos y me parecía una locura, no pasó nada, Sus Majestades de Oriente vinieron con otros juguetes y fueron bien recibidos.
El transcurrir del año pasó gracias a los cromos-tarjetas y su álbum. Y una duda...¿de dónde había salido esta moda?
Porque hasta ahora, mis hijas bebían los vientos por unas haditas pizpiretas que cagaban purpurina y veían en televisión, pero a las monstruas en cuestión no las habíamos visto jamás...bueno en foto...de dónde venían pues... ¿he oído genial campaña de marketing?
No voy a ser yo quien lo critique, ya que me he visto arrastrada este verano por la locura del látigo y del azote, pero yo sé leer, y me llega más información que a un niño, y os aseguro que las Navidades pasadas no vi un sólo anuncio de las monstruitas..
Porque, tan grande ha sido el fanatismo de mis hijas por las siniestras high, que me hicieron elegir mi preferida, escogí el cromo de una que llevaba gafas azules, Berrinches era la Loba y Coletillas "Racu" Laura (Dracu-Laura en las estanterías) y juntas, con los tres cromos, hemos pasado tardes imaginando historias de amor...si es que les pierde el tema aunque sea pasado por telaraña.
Resulta que desde este verano hemos descubierto dónde emiten la serie. Dura apenas diez minutos el capítulo, hecho que aún me hace pensar en la genial campaña y que me pregunte qué fue primero: el cromo o el episodio.
A Berrinches ahora le gusta la vamira (léase vampira) y resulta que la monstuita aplicada de gafas que me elegí es una zombie, que está chepada, se comunica con eructos y tira moscas por la boca...si es que siempre fui un lince eligiendo...
Desde el pasado diciembre mis tardes son lúdico-tenebrosas.
Yo que pensaba que el percentil rosa del cerebelo de mis hijas se incrementaría en niveles preocupantes, por su gusto por el amor y los amorados, se ha visto reprimido por un incremento en lo tétrico y el gusto por lo gótico, y ahí es donde tiemblo, porque solo imaginarme a mis hijas vestidas como a ciertas niñas en una convención de presidentes, os lo digo, de entrada me llega a poner los pelos como escarpias, pero ese es el objetivo de lo cadavérico, ¿no?
Como a día de hoy todavía no he visto en NINGUNA estantería de ninguna juguetería las muñecas de marras, no he podido hacer acopio, por lo que mi oferta de habrá Monster en el cumpleaños, pasó al santo, del santo a cuando os portéis bien todo un día seguido, y de este a cuando se caiga el diente...pero me veo alargando a, nuevamente Navidades. Y sigo pensando que la escasez de las muñecas es puro marketing, porque el deseo por tenerlas no ha descendido, todo lo contrario.
Me veo haciendo mi segunda cola nocturna de aquí a dos meses...
Pero de momento, ¿os imagináis de qué quieren disfrazarse en Halloween? Yo me pido de zombie.