31 de mayo de 2013

TWO

Concursantes que optan a #PaquitaCrochet
Por fin llegó el día!!

Hoy cumple este humilde blog  DOS añazos y no veo mejor forma de celebrarlo que mostrar con todo mi orgullo, quién ha participado en el concurso para ganar la fantástica Paquita de crochet.

La ganadora la escogéis vosotros. Tan fácil como pasar por la página de facebook del blog, aquí os dejo el enlace y dar un peaso Me gusta a la Paquita que os guste más, por las razones que os parezca en el momento que lo hagáis, ea.

Podréis votar hasta las 23:59 del domingo 2 de junio y el escrutinio será inmediato, quien más Me gusta logre ganará a... Paquita Crocheteada!!! tiramos la casa por la ventana en Babia.

Gracias a TOD@s por hacer posible llegar al TWO a este simulacro de blog y nos leemos por estos lares dospuntocerenses para seguir contándonos cosicas.

Y en primicia...algo está por cambiar en Babia...




27 de mayo de 2013

Buscando a Paquita desesperadamente. CONCURSO.


¿Quieres esta fantástica Paquita Cuchillos?
Enhorabuena, porque ahora es el momento. Estamos de concurso en Babia.

¿Por qué?
Porque el próximo 31 de mayo este blog cumple DOS AÑOS!!!

Pero ¿Quién es Paquita?
Paquita es una señora con superpoderes, fanática de la ganga y la ocasión, que tiene como principal enemiga a la Krisis y luchará contra ella en pos de la justicia del pueblo.
Tienes todos sus episodios en Mis temicas de la derecha. Pincha en Paquita.

La quiero...¿Cómo puedo concursar?
Muy fácil. Vamos a reírnos de la Krisis. 
Saca tu lado creativo y fotografía la Paquita que hay en ti, o en tu gato, tu vecina, tu amiga Mari Puri o con todas tus amigas...en lugares Paquita's, tales como la cola del paro, bancos, supermercados....o en situaciones de lo más Cuchillos. 
Si temes por tu identidad y tu sentido del ridículo, don't worry...las mejores Paquita posan de espaldas.

Ya tengo la foto, ahora ¿qué hago con ella?
Ahora tienes que publicarla en la página de facebook de la de Babia, y la del clavel reventón compartirá en su muro. Las compartiré el mismo día que la subáis.

Vale muy bien pero, ¿quién gana?
Gana el que obtenga más Me gusta en su foto. Por eso, cuanto antes subas tu foto más posibilidades tendrás. saca tu artillería persuasoria e invita a tus amigos a votarte.

¿Hasta cuándo se pude subir fotos?
Hasta el jueves 30 a las 23:59 horas.

¿Y votar, hasta cuándo podrán votar las fotografías?
Se cerrarán votaciones el domingo 2 de junio a las 23:59 horas. Y el escrutinio será inmediato.

¿Y si hay empate entre los que consigan más Me gusta?
En este caso, y sólo en este, sortearé a Paquita con la tecnología más puntera jamás vista en el 2.0

Una cosilla más...¿Por qué no tiras de sorteo como todo el mundo y te dejas de historias?
Porque random me odia tanto como yo a él...y porque, qué narices...esto es más divertido.




Agradecimientos infinitos a la ARTISTAZA que tejió a Paquita, que leyó previamente todos los episodios de la misma para captar el espíritu de la Cuchillos, y vaya si lo consiguió, ¿no os parece?
Gracias Carmen por ponerte manos a la obra con esta locura de encargo y lograr, con esas manos mágicas que solo los grandes artistas tenéis, a nuestra Paquita.








Nota: Como no se pretende obtener mails, ni followers, ni fans (le estoy cogiendo gustillo al número sexy de seguidores de mi página del face, jeje), niná (vamos, que nadie me paga por esto), se limita el envío de Paquita al territorio español.

20 de mayo de 2013

La madre modo.


Según el modo, el tono o la intención, la madre puede ser de distinta forma. Procedamos a analizarlas.

La madre subjuntiva

Esta madre que hoy desarrollamos para su posterior identificación entre la manada, allá en las praderas de la puerta del cole, se caracterizará por su complejidad, ya que en ella es todo deseo, duda y posibilidad, poco dada a la acción verdadera.

Para hacer boca y ya de entrada diré que se trata de la madre virtual o irreal. Empezamos bien.

Madre subjuntiva en su versión presente es aquel cuerpo anclado a la verja del cole lanzando anhelos y probabilidades varias a sus vástagos como si no hubiera un mañana.

-Que te vaya bien el día, cariño- puede ser un gran ejemplo.
-Que estudies lo justo y aprendas mucho..- un deseo y una posibilidad ¿cómo se os quedao el cuerpo?

No será peligrosa, como mucho cansina y más cuando la sufráis en tiempo cojonero, la llaman Pretérita Imperfecta y os llorará con un continúo si estudiaras o estudiases más mejor. Su prima la Pluscuamperfecta, con su tono quejicoso aún puede ser peor. Difícil de soportar más de diez minutos. Es la madre del remordimiento. El ojalá que irá siempre de su mano...una pena. Toda ella.

Podría tratarse de Pretérita Imperfecta, aunque a su deseo le haya aplicado en indicativo en todo el cogote.


En su versión futura tiene poco futuro y se encuentra en peligro de extinción. 

La madre indicativa

Esta madre es la envidia de toda subjuntiva. Es pura acción. Si habla, habla, y si calla, calla.
También llamada madre Bond. Su pensamiento será obra y acción. En un ipso-facto.

En su tiempo condicional, que ya de entrada suena a prisión preventiva, la condicional suena a incertidumbre... Unida en santa oración y de forma perfecta a una subjuntiva en su versión pluscuamperfecta, puede salir de ella las frases más molestas jamás escuchadas:

-Si hubieras estudiado habrías aprobado.

La madre imperativa


La madre imperativa es la también llamada puntoypelota. Esta madre no sugiere, impone. En su gesto, su dedo levantado y su ceja arqueada tendrá el acento.


-Estudia!!


Y tú ¿qué grupo te pides?? 

15 de mayo de 2013

PARA TI.



Esta breve entrada se la dedico a mi mayor fan. Al que me sigue de forma más fiel, el que me lee todos los días, hasta en los que no publico, el que lleva recuento de los comentarios y de visitas, el que me promociona mejor, el que cuenta orgulloso los disparates de la que escribe.

Para tí, PORQUE TE QUIERO, y poque quiero estar contigo el resto de mis días...


GRACIAS POR ESTOS 17 AÑOS DE FELICIDAD.

Gracias por ser tú.
Por soportar mis locuras, 
mis subidas...
y mis bajadas.

Y porque de algo tan bueno tenía que nacer algo mejor,
nuestras peques.

¿Tú crees que toda esta gente cabe en casa?
 Estoy preparándolo para cuando vengas de trabajar...




13 de mayo de 2013

La fontana di merdi.

Sacado de la wiki


Tiene mi odiado parque una fuente tan perniciosa como fea.

Allá cuando el arquitecto y el ingeniero tuvieron a bien construir una horrible fontana en pendiente y a ras de suelo, tenían que estar en horas de muy bajo ingenio. Os invitaría a verlo si no quisiera mantener mi intimidad resguardada en este relativo anonimato que me reconforta en cada entrada.

La fuente  está compuesta por una especie de fosas de color marrón caca, con dos chorros de agua en cada una de ellas y un desagüe o coladero en la parte baja, para supongo, ir pasando agua de foso a fosa gracias a al pendiente, a la gravedad y a la madre que parió a panete (friquerizo, me la quedo). Sigue.

Tiene mi barrio la cualidad de ser ventoso puñetero, y aquel ingeniero y su amigo el arquitecto, en aquellas locas horas de guiño al mal gusto, tuvieron a bien decorar el barrio con árboles de hoja caduca. Los mismos y desde el principio sufren de alopecia y caspa. Por lo que cualquier estación del año cubre de manto hojaresco las calles de este mi barrio, que diría el Fary.

El viento, juguetón, empuja y juega con ellas al pilla-pilla, formando remolinos, bucles e incluso tornados, para dejar su torbellino refrescar ¿dónde?, en el desagüe de las fontana di merdi.

¿Resultado? Desbordamiento de segunda fontana y medio parque inundado.

No contentos con la tremenda obra de arte, decidieron poner vallitas liliputienses a los fosos, tan inútiles como espantosas. La incógnita sobre su colocación bien podría ser uno de los secretos mejor guardados del mundo:
¿Hacer más puñetera la caída en la fosa?  ¿Servir de asiento y trampolín al niño incauto que se siente sobre ella? ¿Atrezzo?

No conozco infante que no se haya dado un chapuzón involuntario. Hasta a un niño de comunión vestido de almirante he visto sacar de sus cloradas profundidades, con todos su galones haciendo aguas.

 Y sí. Mis hijas también. Seis años seis hemos tardado en bautizarnos en las turbias aguas de la fontana.

La otra tarde, Berrinches, con todo el berrinche que fue capaz de generar, vino al banco donde placenteramente leía la que les narra, pisando con un fatídico chof-chof, filtrando agua a través de su mochila y seguida de un halo acuoso que caía, cual catarata, de su vestido.

Según mi hija, relatando el hecho entre lágrimas y lamentos, se le "resbalizó" la mano mientras estaba sentada en el cercado de la fosa y cayó de nalgas, en un preciso carpado hacia atrás tan húmedo como mortal.

Quede inaugurada la fuente, ele.






8 de mayo de 2013

La encomienda



Verán ustedes, hasta hace unos meses no era muy dada a creer en maldiciones, como mucho encomendaba mi suerte al pensamiento positivo y al universo. Pero últimamente estoy de un supersticioso que asusto.

Es tal el estado de enajenamiento mental en el que me hallo por esquivar al mal fario, que un sólo viaje a Granada, una sola salida en mis circunstancias, haría de mí la mujer romeral.

Tengo últimamente una preocupante adicción a un horóscopo que me tiene sugestionada y sorprendida a partes iguales. Lo acierta todo, si me dice que los astros los tengo alineados mi día será anodino con vestigios de esperanza ; si me dice lo contrario, mi jornada será igualmente aburrida. Qué poder de precisión

Además, desde hace unos meses, no hay pestaña que me caiga que no sople con un deseo prendido en su ligero folículo. No creo que haya mujer en el mundo más feliz ante una alopecia pestañil tan galopante.

Ni hablemos de las bolitas de semillas que traen los días ventosos. No me corto, esté acompañada o vaya sola, la suerte ha venido a mí y no se desprecia. Soy la estúpida que baila al compás del levante más puñetero para atrapar la liviana florecilla y que tras desear con toda la fuerza del universo, soplo, viento a favor, para que prendida sobre sus semillas germine mi buena nueva.

En días estúpidos las ventilo con viento en contra, que con suerte, me vendrá de vuelta para anhelar nuevamente.

Pues no soy yo nadie deseando.

Pero esta mañana he recibido un mensaje que me ha puesto los pelilllos como escarpias y ha provocado que a la imprudente hora de las 7:30 haya whatsappeado a mis amigas una cadena de promesas afortunadas acompañada de emoticonos de bolsas de dinero y tras ellas, una amenaza. Sin pensármelo dos veces, y después de pedir disculpas varias veces, he seguido la cadena.

Yo. La que odia al emoticono tanto o más que al encurtido. Yo. Dios mío, sí, lo he hecho.

Para esto he quedado señores. Para encomendarme a un mensaje que tiene como máximo valor el tiempo que le llevó al insensato de su creador copiar tanta bolsa de dólares una tras otra. Calculo por sus siete líneas que varios minutos. Si además le sumo la desonfianza plena que le tengo a este tipo de mensaje cadenoso, ya que creo que en sus entrañas e intención generadora lleva embebido un virus malísimo que te deja el móvil para un reserteo profundo, un golpe seco en su canto izquierdo y en mecachis eneltrés mecachis, tiene mérito que lo haya cumplido. A rajatabla.

Si todavía recuerdo la risa que me dio la carta de la peseta que encontramos un día en el buzón de casa, cuando aun no existían mailes y me peinaba la pelusilla del bigote.

Ea.

Me ha castigado el destino o aquel mardito parné que me dio para comprarme un chicle de peseta, tan duro como insípido.

Por eso, por la crisis, por mi hartazgo general y porque yo lo valgo, no tengo el cuerpo para maldiciones gitanas. Háganme el favor de darme sus bendiciones.








2 de mayo de 2013

La mala madre.




El día que decidí ser madre fui una inconsciente. Porque aunque tengo buena voluntad vivo en un despiste continuo. El día que no recuerde alguna función vital me moriré y punto. Tan simple como profundo.

Cuando deduje que sería mamá, hice algo absurdo visto desde la perspectiva del tiempo y la experiencia, tirar de manual. Me compré un libro para dummies sobre el embarazo. 

Mi conversación en todas mis pausas-café fueron monotemáticas: al  "que buen tiempo hace" un "maxicosi sí, maxicosi no"; al "buenos día tenga usted" un "...y lo acostaré todas las noches a las 20 horas"; al " cómo me pica la nariz un "...y todas las tardes iremos a nadar"...  hasta que me confirmaron que traía al mundo dos churumbules. Entonces, y sólo entonces, enmudecí.

 No encontré la guía de embarazo gemelar para dummies. Temblé.

En cada felicitación, beso y enhorabuena que recibía, intuía cual bofetón telepático, la compasión del emisor que intentaba vilmente camuflar su sentimiento con un mensaje repleto de palabras tan cumplidas como vacías de razón.

Más tarde entendí, que no existe manual de instrucciones para esta embarazosa empresa, ya que no existe niño complejo sino madre complicada, pero esta verdad tan grande me llegó cuando la vida se empeñó en mostrarme mis flaquezas en forma de colleja.
La última la recibí esta semana. Olvidé que era el día de la foto de la orla. ¿Puede ser mi memoria más infame y despreciable?

No recordé que debían vestir la horrorosa camiseta del cole, me largué al trabajo sin peinar sus melenitas cocoguás, sin prender lazos de color rojo en su pelo.Y me arriesgue, de forma insensata, a que el padre dejara en manos del azar la elección de lazada, y éste entiende de casualidades, pero de tonos poco (el azar, claro)

Pero no crean que fui consciente de mi error a media mañana...ni siquiera a media tarde ¿falta de aptitud o de ingerir ginkgo biloba a granel? ¿carencia de ambas?..ni cuando al recogerlas todos los niños de infantil, todos, vestían las feísimas camisetas oficiales ¿falta de cualidad observadora, falta de visión, carencia de ambas?...la colleja me la dio mi hija al decirme orgullosa que le habían hecho la foto de la orla. 

Fue entonces cuando sentí un zas en todo el pescuezo.

-Noooooooo -grité al cielo, al infinito, al final del pasillo y al ujier que pasaba por mi lado.

El grito de horror paralizó mi camino, mi biorritmo y el paso del conserje.

-No te preocupes mami, una mamá del cole me ha puesto una camiseta, hasta me ha vuelto a peinar -dijo una de mis hijas, mientras intentaba animar a su resquebrajada madre.

Hecha añicos y como pude, recogí del suelo mis trozos de mala madre, para guardarlos en una bolsa  e intentar recomponer lo que sin duda perdí un día lejano, el molde de la buena madre.

Y con esta hechura, esta mala conciencia y mi peor memoria, emprendo el viaje de ida a la perfección sin retorno, con toda mi mejor voluntad en la mochila y unas cuantas vitaminas.

Seáis del club de madres que seáis, de las buenas, de las mediocres, de las malas o simplemente del que somos todas, de las que lo intentamos hacer tan bien como podemos, feliz día de la madre.