10 de noviembre de 2011

La jorobada.

By Yolandica
No mejora mi humor, disculpen, así que, de imagen ilustradora de mis sentimientos,  unas cuantas onzas del negro y duro, como mi presente.
Hoy voy a hablar de enfermedades, porque soy hipocondriaca y porque yo lo valgo:

Tengo los pies planos, o los tenía, no sé...el caso que por esta razón muchos hombres antes no hacían la mili, yo siempre deseé librarme de educación física, pero no lo conseguí. Tampoco me hacía más torpe de lo que ya era, quiero decir, dudo que me cayera por los pies sino por la fuerza de la gravedad, que me atraía más de lo normal (es que de pequeña estaba gordica). Mi madre, preocupada por la planeza de los pies de sus hijas, decidió unas cuantas cosas, que yo hoy en día analizo y no sé si serían muy efectivo:
-ponernos zapatos ortopédicos (y con plantillas, por supuesto).
-hacer puntillas (recorrer el largo pasillo de mi casa con los pies en puntillas), que habría cosa más aburrida que eso en este mundo!!!, también un buen día oyó, que si echaba garbanzos crudos al suelo era buenísimo (yo todavía me acuerdo de los parientes del que tuvo la genial idea) para los pies. En general, mi madre, cualquier frase que contuviera las palabras, pies y bueno, lo ponía en práctica con sus conejillas de indias.
-apuntarnos a ballet clásico, ya que las bailarinas andaban de puntillas...

De este último punto me voy a la siguiente confesión: yo nací sin sincronización. Al nacer, el don del baile, acompañado por otros dones que no vienen al caso nombrar, decidieron no acompañarme al mundo, y se quedaron dentro de la barriga de mi madre,para desintegrarse después, !malditos canallas!, es por eso que ejecutar movimientos acompasados con cuerpo, brazos y pies, es incompatible con mi persona, pero como el don de la voluntad y el esfuerzo sí que se vinieron conmigo y el don de la prudencia SIEMPRE ha acompañado a los que me rodean, yo me sentía buena bailarina.
Por supuesto que me creía que en TODOS los festivales, la profe de ballet me pusiera la última porque yo era la más alta, y que nunca me diera un papel protagonista para darle la oportunidad a las demás, que si algo he sido y soy es ser generosa con los demás.
Con el tiempo me he hecho escéptica y sospecho que me mentía...

La siguiente enfermedad que mi madre intentó curar con los trucos caseros de las vecinas del barrio fue aligerar mi exceso de dioptrías, que me crecían a la velocidad de la luz, comiendo zanahorias...mi santa madre estaba totalmente convencida que si yo me comía un cuarto de zanahorias al día mi miopía hereditaria remitiría, y volverían mis ojos a ver la luz del día...bueno, me conseguí un bonito tono anaranjado, muy de moda en aquella época, porque parecía Clementina, la novia de Naranjito, pero poco más...

Como soy la mujer prótesis, no llevé brackets por no querer variar la rotación de la Tierra por la cantidad de hierro que llevaba conmigo,  acompañaba a mi noble figura un corsé ortopédico, tres hierros hasta la cintura y plástico nada-fino metiendo barriga y culo. Quien lo haya llevado sabrá, que estar rígida de cuello a culo te da una peculiar manera de caminar, que conservo hoy en día, y dos formas de caer. Como soy torpe a rabiar (y no porque tenga los pies planos),  llevando el aparato me caí en repetidas ocasiones; de rodillas o tumbada boca abajo (intenta doblarte y me cuentas...), lo bueno era, que debido a lo que sobresalía el hierro delantero no te podías romper los piños contra el suelo...
Afortunadamente, ninguna vecina del barrio tuvo una genial idea-vegetal que me librara de la joroba, que ya me veía comiendo ajos (pa ponerme tiesa, digo yo...)


Y como bien decía la Jurado en su canción: "Se me rompió el humor de tanto usarlo...", a ver si vuelve, que lo necesito.

Nos leemos 


EN BABIA.

2 comentarios:

  1. ostia nena estoy hasta asustada de las coincidencias, me libre del corsé pero el resto... Plantillas con aquellos bolos horribles, unos zapatos con refuerzo de hierro en los laterales, y mi madre lo que oyó después de bueno y pies fue: recoger bolis con los dedos de los pies. Nos sentaba a mi hermana y a mí mientras veíamos a la tele y lanzaba bolis. Esto tengo que contarlo en el blog... Telita

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  2. jajajjaja, pues mira nena, los pies planos SEGURO que todavía los tienes, pero los dedos de tus pies tienen que ser super habilidosos, no sé, prueba a hacer encaje de bolillos mientras con tus manos atusas tu pelo y te haces trenzas de raiz, jeje, algo bueno tiene que tener tanto sufrimiento podal...

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